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jueves, 13 de febrero de 2025

Recuperación de humedales, técnicas

 

Imagen, lareserva.com

Son partes de tierra que están con agua permanentemente o por cierto tiempo en el año.

Son hogar de miles o millones de especies. 

Algunos están cerca ríos o mares y otros sobre aguas subterráneas.

Este ecosistema recibe muchos nombres: ciénagas, pantanos, bayous, marismas, billabongs, turberas, estanques vernales, lagunas y otros campos y bosques anegados.

Sólo representan el 6% de la superficie terrestre. A pesar de su pequeña huella, los humedales desempeñan importantes funciones, como proporcionar agua dulce y hábitats.

Publicado. Nationalgeographic.com

Técnicas de recuperación de humedales

La restauración de humedales es un proceso complejo que implica la recuperación de la hidrología, la vegetación y la fauna característica de estos ecosistemas. Existen diversas técnicas y estrategias que pueden ser aplicadas para restaurar humedales degradados y mejorar su funcionalidad ecológica. Algunas de las técnicas más comunes incluyen:

Revegetación

La revegetación consiste en la plantación de especies nativas en áreas degradadas con el objetivo de restablecer la cobertura vegetal y mejorar la biodiversidad del ecosistema. Esta técnica ayuda a estabilizar el suelo, reducir la erosión, filtrar contaminantes y proporcionar alimento y refugio para la fauna residente.

La selección de especies adecuadas y la creación de condiciones óptimas para su establecimiento son clave para el éxito de la revegetación en humedales. Además, es importante considerar la diversidad genética de las plantas a fin de aumentar la resistencia de la comunidad vegetal a factores de estrés ambiental.

Restauración de la hidrología

La restauración de la hidrología es fundamental para recuperar la dinámica de agua en los humedales y restablecer los procesos hidrológicos naturales. Esta técnica puede implicar la reconstrucción de canales, la creación de zonas de inundación estacional, la restauración de la conexión con acuíferos subterráneos y la implementación de medidas para regular el caudal de agua.

Restablecer la hidrología adecuada en un humedal es esencial para mantener la biodiversidad, mejorar la calidad del agua y garantizar la función ecológica del ecosistema. Además, una gestión sostenible de los recursos hídricos contribuye a la adaptación de los humedales frente al cambio climático y los eventos extremos asociados.

Restauración de suelos y calidad del agua

La restauración de suelos y calidad del agua en humedales degradados es esencial para recuperar la salud de estos ecosistemas y promover la biodiversidad. Diversas técnicas pueden ser empleadas para mejorar la estructura del suelo, reducir la erosión, eliminar contaminantes y promover la filtración natural del agua.

La implementación de prácticas agrícolas sostenibles, la reducción de la carga contaminante, la restauración de riberas y la creación de zonas de amortiguamiento son estrategias efectivas para mejorar la calidad del agua en humedales y garantizar su funcionamiento como ecosistemas saludables.

Publicado. Agriculturawiki.com

jueves, 30 de enero de 2025

Humedales, día internacional, noticias país

Los Humedales: avances y desafíos en Colombia

El 2 de febrero de cada año, por designación de la Asamblea General de las Naciones Unidas, se celebra el Día Mundial de los Humedales, una fecha para conmemorar la importancia de estos ecosistemas ¿Cuál es el estado y los desafíos de los humedales en el país? Le contamos.

Según Colombia Anfibia: un país de humedales, la mayor parte de territorios anfibios en Colombia están distribuidos en la Orinoquia y en la cuenca Magdalena-Cauca.


Colombia tiene un poco más de 30 millones de hectáreas de humedales, con 48.473 humedales inventariados por 39 instituciones nacionales, regionales y locales. Once de ellos figuran en la lista de humedales de importancia internacional de la Convención Ramsar.


Dos de las áreas en Colombia con mayor afectación en sus humedales son el Piedemonte llanero y al altiplano cundiboyacense.

Enero 30 de 2025. Desde 1997, el 2 de febrero se conmemora el Día Mundial de los Humedales, fecha que nos permite recordar qué tipo de ecosistemas son, dónde se ubican y cuál es su estado de conservación. Para conocer más sobre estos ecosistemas, conversamos con Germán Ignacio Andrade, asesor científico del Instituto Humboldt y con Ronald Ayazo, investigador del Centro de Soluciones Basadas en la Naturaleza del Instituto Humboldt.

En Colombia, los humedales cubren el 26 % del territorio nacional, es decir, que existen un poco más de 30 millones de hectáreas de humedales con un inventario nacional, regional y local de 48.473 humedales, según datos registrados en Colombia Anfibia: un país de humedales.

Once de estos ecosistemas figuran en la lista de humedales de importancia internacional de la Convención Ramsar, como son la Laguna de la Cocha, el Complejo de humedales Lagos de Tarapoto, el Sistema Lacustre de Chingaza y el Complejo de Humedales Laguna del Otún, entre otros (ver listado completo) (Lectura recomendada sobre sitios Ramsar).

¿Un simple “charco de agua”?

Los humedales son mucho más que agua. Son ecosistemas que, debido a sus condiciones geomorfológicas e hidrológicas, generan acumulación de agua de manera temporal o permanente, originando suelos característicos que pueden ser arenosos, arcillosos y, la mayoría de veces, orgánicos.

Estas condiciones particulares favorecen la presencia de una gran diversidad de organismos vivos adaptados, como plantas hidrófitas (buchón, enea, junco), peces (mojarras, bagres y bocachicos), anfibios y reptiles (ranas, sapos, tortugas y caimanes), aves y mamíferos acuáticos (garzas, cigüeñas, nutrias y manatíes); así como una amplia variedad de insectos, moluscos y microorganismos.

Según la Convención Ramsar, también hacen posible nuestra existencia en la Tierra, pues están altamente interconectados y son biodiversos. Unen montañas con océanos, atraviesan fronteras nacionales, conectan distintos hábitats y facilitan el movimiento de especies. Los humedales, en el mundo, cubren 12,1 millones de kilómetros cuadrados, esto es, el 6 % de la superficie terrestre del planeta.

Son importantes reservorios de agua dulce, por lo que se les conoce como los riñones del planeta y son fuente de la dieta básica de más de la mitad del mundo, que depende de productos cultivados en humedales.

Según la Convención Ramsar, el 40 % de todas las especies conocidas de animales y plantas viven y se reproducen en humedales, esto incluye muchas especies en peligro, amenazadas y endémicas que solo pueden sobrevivir en determinados hábitats de humedales. Son, además, cruciales para la seguridad hídrica y almacenan más carbono que cualquier otro ecosistema. En cuanto a las diversas formas de vida que habitan en los humedales, según datos de Colombia Anfibia: país de humedales, se pueden destacar:

Vegetación acuática: plantas superiores que se encuentran tanto en el agua como en la tierra durante la época seca, como los juncos (Typha angustifolia).


Artrópodos y moluscos: crustáceos como los camarones y diferentes especies de caracoles que intervienen en la descomposición.


Peces: habitan permanente o temporalmente en las ciénagas. Allí conviven especies migratorias como el bocachico (Prochilodus magdalenae) y el bagre rayado (Pseudoplatistoma magdaleniatum).


Mamíferos: especies como el manatí (Trichechus manatus) que se alimentan de plantas acuáticas, invertebrados y pequeños peces. Y especies como la nutria (Lontra longicaudis) que viven en ríos, arroyos y otros cuerpos de agua.


Reptiles: habitan babillas y tortugas hicoteas.


Aves: se pueden ver aves residentes como el vaco cabecinegro (Tigrisoma fasciatum), migratorias locales como el chavarrí (Chauna chavaria) y una migratorias regionales como la garza blanca (Ardea alba).

En cuanto a sus tipologías, según la Convención Ramsar, los humedales pueden ser de agua salada o dulce, continentales o costeros, naturales o artificiales, permanentes o temporales, estáticos o corrientes. Los humedales de agua dulce son: ríos, lagos, estanques, llanuras de inundación, turberas, marismas y pantanos. Los humedales de agua salada: estuarios, lodazales, marismas saladas, manglares, lagunas, arrecifes de coral y arrecifes de mariscos y los humedales artificiales: estanques piscícolas, arrozales, embalses y salinas.

Desde el punto de vista social, los humedales hacen parte fundamental de la idiosincrasia de las comunidades por los vínculos que el ser humano ha forjado con ellos y que se muestran a través de múltiples expresiones culturales como la literatura, la música, la gastronomía y la arquitectura, todo lo cual ha convertido a Colombia en un país anfibio. En sí, los humedales ofrecen múltiples beneficios socioecológicos:

Seguridad y estabilidad de vida: los humedales pueden servir como estructuras de protección natural (barreras) frente a fenómenos climáticos (inundaciones, tormentas), preservando la integridad de las comunidades relacionadas con ellos.


Salud: los humedales en buen estado disminuyen la contaminación ambiental y pueden prevenir enfermedades


Necesidades materiales básicas: las comunidades obtienen materiales fundamentales de los humedales y sobre ellos basan su forma de vida. Algunos de los beneficios son el agua para consumo, fibras vegetales


Buenas relaciones sociales: los humedales agrupan a la gente mediante actividades como paseos o el turismo ecológico. De esta manera, se fortalecen los lazos entre quienes las practican y contribuyen a su bienestar mental y emocional.

¿Cómo están los humedales en el mundo y en Colombia?

De acuerdo con la Convención Ramsar, los humedales están entre los ecosistemas más amenazados del mundo: el 85 % de los humedales se han perdido desde el 1700 y, al menos, un 35% se ha perdido desde 1970.

Como explica Ronald Ayazo del Instituto Humboldt, entre los factores de riesgo están: el cambio climático, las alteraciones de los regímenes hidrológicos, la pérdida de conectividad, la extracción excesiva de agua, plantas, animales y otros recursos naturales. Los asentamientos urbanos también suponen amenazas importantes.

Según el Reporte BIO del 2020 del Instituto Humboldt, en promedio, el 75 % de los humedales están conformados por coberturas naturales (bosques, herbazales, arbustales y cuerpos de agua) que indican un buen estado de conservación; sin embargo, aproximadamente el 88 % de los humedales del país no se encuentran bajo figuras de protección.

Hoy se estima que cerca del 95 % de las causas de transformación de los humedales en Colombia se debe a la ganadería establecida en áreas que históricamente han sufrido la deforestación y por la agricultura. “Si bien, estas son las principales causas, también vemos que, en algunas regiones, la minería, el desarrollo y expansión de núcleos urbanos son otras de las principales amenazas que también vienen afectando la cantidad y calidad de agua de los humedales”, señala Ronald Ayazo.

En lo que respecta a la zonas más afectadas, Germán Andrade explica que una de ellas es el Piedemonte llanero, donde hay zonas que alguna vez fueron humedales, pero que infortunadamente han sido desecadas y, por tanto, es importante restaurarlas.

La situación del altiplano cundiboyacense tampoco es la mejor. En áreas como el complejo de humedales del río Bogotá, del cual hacen parte la Laguna de Fúquene, Cucunubá y Palacio y gran parte el Lago de Tota, se ha disminuido su área hasta quedar solo el 1 %.

Hay otra área que, aunque no está tan afectada como el Piedemonte y el altiplano cundiboyacense, sí se está viendo transformada por el cambio climático. “Se trata de los humedales de la alta montaña, es decir, todos los complejos de lagunas, turberas y lagos que se ubican sobre los 2.800 m s.n.m.”, dice Andrade.

Los complejos de humedales requieren urgentemente acciones de restauración y protección, pues con ellos también se ponen en riesgo los servicios ecosistémicos que prestan los humedales a la sociedad como son la adaptación al cambio

lunes, 20 de enero de 2025

Santuario de animales en España

 © Santuario Vegan

«Vivir en paz con todos los seres que te rodean, respetándolos y cuidándolos, habla de la parte buena del humano, de hacia dónde deberíamos ir»

En los últimos meses, el Santuario Vegan, situado en la Comunidad de Madrid, ha tenido que hacer frente a las inundaciones de septiembre, a unos propietarios que han decidido dejar de alquilar su finca para los animales, a la búsqueda a contrarreloj de un nuevo terreno para alojarlos y a una campaña de recaudación de fondos para su vallado y acondicionamiento que ya ha logrado más del 80% de su objetivo inicial. Lo siguiente será el traslado de los animales. Hasta entonces, hay mucho trabajo por hacer y también mucha gente comprometida para que salga adelante.

Hablamos con Laura Luengo, una de las fundadoras de este santuario madrileño que alberga a más de 300 animales, en una entrevista en la que nos adentramos en los detalles de la campaña de recaudación de fondos y en algunas de las historias que han dejado huella en el santuario.

  • A modo de presentación y por si alguien todavía no os conoce, ¿qué es el Santuario Vegan?

El Santuario Vegan es un espacio que hemos conseguido construir a lo largo de los años y que ha ido creciendo. Intentamos que sea un lugar antiespecista en el que por un lado se rescaten animales considerados de granja, que en su gran mayoría van destinados al consumo o viven explotados; pero por otra parte, donde para los humanos que estamos a su cuidado ellos sean lo primero y sean tratados como iguales, llevando a la máxima expresión esa palabra.

El proyecto lo iniciamos hace 13 años Eduardo y yo, después de años de activismo, de colaborar en protectoras de perros y gatos y de ver que en ese momento no había refugios para animales considerados de granja. Muchas veces, cuando estos llegaban a una protectora no recibían esa oportunidad y eran devueltos a sus explotadores o no eran cuidados. El santuario nació del deseo de querer ayudarlos y de llevar el mensaje vegano a la coherencia. Para nosotros está bien ayudar a los animales de mañana, que se consuman menos animales, ¿pero qué pasa con los animales de hoy que se pueden salvar?

  • Actualmente estáis en plena campaña por el nuevo terreno. ¿Dónde habéis estado hasta ahora y por qué os tenéis que ir?

Cuando fundamos el santuario decidimos venir a Madrid y alquilamos dos terrenos en los que hemos estado hasta hace pocos meses. Hace años que teníamos que mudarnos, necesitábamos un espacio más grande y que fuera en propiedad, porque estar en un alquiler es bastante inseguro para los animales. En principio, nos iban a ayudar unas personas que tenían los medios, pero en el último momento nos dejaron tirados, sin terreno y habiendo perdido años de poder haberlo organizado nosotros. Después de esa mala experiencia, decidimos que cualquier terreno que tuviera el santuario tenía que ser en propiedad de la Fundación, para garantizar que los animales tengan su espacio, su seguridad y que la organización pueda seguir creciendo en el tiempo y con más personas que se sumen.

Después, la DANA nos dejó incomunicados durante semanas y sin poder traer prácticamente alimento para los animales. También nos desahuciaron de una de las fincas que teníamos en alquiler y lo pagábamos, pero no quisieron alquilarla más a un santuario y nos quedamos con la mitad del espacio. Ha sido un año bastante duro a nivel psicológico y para los animales.

  • Tenéis en marcha una recaudación para el vallado del nuevo santuario

Hemos buscado un terreno donde los animales estén protegidos y que pudiéramos pagar en la Comunidad de Madrid, de donde no queríamos irnos porque aquí los animales gozan de unos privilegios que en otras comunidades no tienen. No identificamos a los animales con crotal, como los que van para consumo; no nos obligan a estar dentro de los planes de erradicación de enfermedades en los que se matan animales y hemos conseguido que se respete nuestro trabajo y que a pesar de tener vacas, toros, ovejas o cerdos los consideren como animales de compañía.

Al final, encontramos una finca bastante adecuada, que es cinco veces más grande que esta, con 20 hectáreas, naves, luz, agua y vallada perimetralmente. Llegamos a un acuerdo y ahora estamos recaudando para poder construir todo lo que necesitamos para irnos. Va a ser la mudanza más grande de un santuario en el Estado español, con más de 300 animales con diferentes necesidades.

© Santuario Vegan
  • ¿Cómo va la recaudación?

La campaña está dividida en varias fases. La primera es el vallado, con un presupuesto de 85000 euros. La segunda serán los boxes donde los animales van a estar a cubierto, las casas donde dormirán los cerdos, el geriátrico de las ovejas, etc.

Con los vallados, los animales que están bien de salud y son jóvenes podrían irse. Los que tienen problemas de salud, los abuelitos o los discapacitados serán los últimos que se muden para garantizar que esté todo acondicionado lo mejor posible y que podamos estar allí para atenderles.

  • ¿Cómo se puede colaborar en la recaudación?

A través del enlace que aparece al entrar en la web del santuario. Es la mejor forma porque así podemos emitir el certificado para que la gente que nos ayuda pueda desgravar en la declaración de la renta.

  • ¿Qué plazos tenéis? ¿En cuánto tiempo prevéis dejar el actual santuario?

Queremos irnos al final del verano, pero antes del 31 de diciembre tenemos que haber salido, porque en enero del próximo año tenemos que pagar la siguiente cuota del terreno y no podemos mantener dos santuarios.

  • ¿Qué puede proporcionar el nuevo terreno a los animales?

Primero, salvar muchas vidas. Llevamos años en que los animales entran con cuentagotas porque no tenemos más espacio y se han tenido que concentrar, no tienen hierba, cuando llueve se embarra todo y hay animales grandes como los caballos que necesitan moverse o vivir en grupos más amplios. Merecen un espacio en condiciones donde vivir con la misma dignidad como se trata a cualquier otro animal abandonado. También un espacio donde se pueda hacer voluntariado. En el nuevo santuario tendríamos varias dependencias para voluntarios de larga estancia, e incluso la gente que viene los sábados o domingos podría quedarse a dormir. El primer año nos gustaría empezar con visitas, sobre todo a los socios y madrinas para que reciban parte de lo que han dado, no solo en la campaña, sino durante los últimos años.

  • Mejorar la vida de los que están y poder dar la oportunidad a otros que no han llegado todavía.

Y concienciar, llegar a más gente para que se entienda cómo son los animales y lo que les hacemos, lo injusto que es y qué tipo de vida deberían tener.

© Santuario Vegan
  • Ha impactado mucho el caso de Pistachito. ¿En qué situación se encontraba?

Pistachito vino de una granja de Zaragoza. A Pistachito no lo mató su herida en el hocico, que era bastante grave, sino las condiciones con las que ya venía, una diarrea muy complicada y bacterias ultrarresistentes que no respondían a antibióticos. Cuando aparece un caso así, la gente te anima a denunciar, pero no podemos porque es el día a día de una granja. Los cerdos son productos que se venden para el matadero y si uno no sirve, se descarta y se mata, y es legal, por mucho que nos intenten hacer creer que los animales están bien o que se les cuida.

En este caso, ha sido una trabajadora que ha tenido un poco de empatía. No sé si alguien le hizo daño a Pistachito en el hocico, si fue un accidente o su madre. Él no recibió tratamiento, le dejaron llegar hasta un extremo. Cuando pones cara y nombre a un individuo, conectas y empatizas, no crees que esto pueda ser cierto, pero es la realidad de miles de animales que no han tenido la oportunidad de que les conozcas.

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  • ¿Hay personas a las que este caso les ha cambiado su percepción sobre las granjas, o al menos sobre la cría de cerdos?

Sí, me han llegado personas que han dejado de comer carne por Pistachito y otras que se han hecho veganas. Ese es también uno de los motivos para seguir y querer ir a un espacio más grande, porque no hay mejores concienciadores sobre sus vidas y sus historias que los propios animales cuando les pones un nombre, cuentas su historia y la gente les pone cara. Lo bonito es darse cuenta de que no eres tú, sino que son miles de personas las que están conectando también con ese cerdito y que se están horrorizando de lo que les puede pasar, o a veces se llenan tanto de amor que deciden que no quieren pagar porque animales como Pistachito acaben en el matadero.

  • ¿Habéis recibido mensajes similares con otros animales que hayáis rescatado?

Sí, sobre todo con cerdos. Son animales que viven muy mal en las granjas y con los que la gente suele conectar bastante. Nos pasó con Marco, que es un cerdo que salió extremadamente mal de una granja y que sí conseguimos salvarlo. Vive con un problema de corazón crónico, con su medicación, pero está a salvo en el santuario. Mucha gente dejó de comer carne o productos de origen animal gracias a él.

También pasó con Baya, que fue una cerdita como Pistachito que estuvo un mes con nosotros, nos concedió ese tiempo bonito antes de partir. O Violeta, una cabrita que vivió con nosotros con una discapacidad física e intelectual. Era un ser maravilloso que no podía hacer muchas cosas que hace una cabra en su día a día. Teníamos que cuidar de ella 24 horas al día siete días a la semana.

Santuario Vegan
© Santuario Vegan
  • ¿Notas un mayor apoyo de la sociedad hacia causas como la vuestra o que el aumento de personas veganas se ha traducido en más apoyo para los santuarios?

En 13 años el apoyo a los santuarios ha crecido bastante de parte de un sector vegano y de un sector no vegano. Antes la gente no sabía qué era un santuario y hoy la mayoría sabe que existen santuarios para animales considerados de granja. Es curioso porque todo el mundo ve bien y necesaria esta labor, e incluso aunque no tengan un modo de vida vegano consideran que tienen que existir estos espacios para que estos animales reciban una oportunidad y sean cuidados.

  • Los santuarios también demostráis que es posible vivir en la naturaleza sin explotar animales, en contra de esa concepción de las zonas rurales como espacios de ganadería y caza.

Hay mucha parte bonita en el rural, pero somos pocos y estamos escondidos. Yo vengo del rural profundo, pero vivir en paz con todos los seres que te rodean, respetarlos y cuidarlos habla de la parte buena del ser humano y de hacia dónde deberíamos ir.

  • ¿Cómo te imaginas el santuario en un tiempo, cuando hayáis finalizado el traslado?

Disfrutando mucho de ver a los habitantes allí. Estoy deseando que lleguen porque creo que se van a poner como locos de alegría. Por otra parte, me veo y veo a la organización en los próximos meses y años con bastante presión hasta que hayamos terminado las instalaciones y el pago del terreno. Nos veo centrándonos en esos objetivos, pero que al menos ellos tengan su hogar y todo lo que necesitan, sabiendo que nadie más nos va a echar ni les va a echar de su casa.

  • ¿Qué otras formas hay de colaborar con el santuario además de la recaudación?
Son más de 300 animales y los gastos mensuales son importantes. Cualquier persona que quiera ayudarnos de manera regular puede hacerse socia o amadrinar a uno de los habitantes por diez euros al mes y le enviamos un certificado con la foto de su ahijado, su fecha de nacimiento, su historia, su comida preferida, su personalidad… Quien no pueda colaborar más puede aportar un euro con el teaming, y quienes quieran pueden venir a hacer voluntariado, que es muy gratificante. Estamos pidiendo un compromiso cómodo, de una vez al mes para quien disponga de un día, una mañana o unas horas. Todo el mundo dice que le cambia completamente la forma de ver a los animales, cómo son, lo cariñosos que son, cómo entienden su nombre. Una cosa es que lo enseñemos por redes sociales y otra muy diferente es venir y conocerlo.