La mandarina es el fruto del mandarino, árbol que pertenece a la familia de las Rutáceas, con características similares al naranjo, aunque más pequeño y delicado. Esta familia comprende más de 1.600 especies. Además, el género botánico Citrus, que incluye a esta fruta, es el más importante de la familia y consta de unas 20 especies con frutos comestibles, todos ellos muy abundantes en vitamina C, flavonoides y aceites esenciales. Los frutos, llamados hespérides, tienen la particularidad de que su pulpa está formada por numerosas vesículas llenas de jugo. La mandarina se considera el cítrico más afín a la naranja. Su pequeño tamaño, su sabor más aromático y la facilidad de quitar su piel, hacen de esta fruta una de las más apreciadas.
- Agua. El componente mayoritario en las mandarinas es el agua y, respecto a otras frutas de su género, aporta menos cantidad de azúcares y por tanto menos calorías.
- Fibra. La cantidad de fibra es apreciable y esta se encuentra sobre todo en la parte blanca entre la pulpa y la corteza, por lo que su consumo favorece el tránsito intestinal.
- Vitaminas. De su contenido
vitamínico destaca la vitamina C (en menor cantidad que la naranja), el
ácido fólico y la provitamina A, más abundante que en cualquier otro
cítrico.
- La provitamina A o beta caroteno se transforma en vitamina A en nuestro organismo conforme este lo necesita. Dicha vitamina es esencial para la visión, el buen estado de la piel, el cabello, las mucosas, los huesos y para el buen funcionamiento del sistema inmunológico.
- La vitamina C interviene en la formación de colágeno, huesos y dientes, glóbulos rojos y favorece la absorción del hierro de los alimentos y la resistencia a las infecciones. Ambas vitaminas, cumplen además una función antioxidante.
- Acido Cítrico. Contiene también cantidades destacables de ácido cítrico, ácido málico y flavonoides (pigmentos de acción antioxidante). El ácido cítrico posee una acción desinfectante y potencia la acción de la vitamina C.
- Ácido Fólico. El ácido fólico interviene en la producción de glóbulos rojos y blancos, en la síntesis material genético y la formación anticuerpos del sistema inmunológico.
- Potasio y otros minerales. El
mineral más abundante es el potasio, además se pueden encontrar pequeñas
cantidades de magnesio y fósforo, y calcio, de peor aprovechamiento que
el que procede de los lácteos u otros alimentos que son buena fuente de
dicho mineral.
- El potasio es un mineral necesario para la transmisión y generación del impulso nervioso y para la actividad muscular normal, interviene en el equilibrio de agua dentro y fuera de la célula.
- El magnesio se relaciona con el funcionamiento de intestino, nervios y músculos, forma parte de huesos y dientes, mejora la inmunidad y posee un suave efecto laxante.
- El fósforo ayuda a la correcta mineralización en huesos y dientes. Forma parte de todas las células y es constituyente del material genético. Además, es necesario para la activación de muchos enzimas y vitaminas del grupo B.
Composición por 100 gramos de porción comestible:
Calorías | 40 |
Hidratos de carbono (g) | 9 |
Fibra (g) | 1,9 |
Potasio (mg) | 160 |
Magnesio (mg) | 11 |
Fósforo (mg) | 17,2 |
Calcio (mg) | 36 |
Provitamina A (mcg) | 106 |
Vitamina C (mg) | 35 |
Ácido fólico (mcg) | 32 |
mcg = microgramos |